Vivimos tiempos difíciles en que la conflictiva situación causada por las salvajes políticas capitalistas neoliberales se agrava en un caos creciente a una crisis de salud a causa de la pandemia del Coronavirus o el rebautizado, para mayor precisión y para quitar estigmas, como Covid-19.
Nada volverá a ser igual. Indudablemente lo que pasa en estos días quedara escrito como hechos históricos que llevaran a más cambios. En la secuencia objetiva de causa y efecto que explica del porqué de la revolución francesa para la época moderna o de la revolución mexicana para entender al México de hoy. Son tiempos difíciles en donde de la crisis de salud pública se va a la crisis económica-política y que es un precapítulo de profundos cambios.
Al momento se han conocido 12 teorías del origen de este virus. La teoría del murciélago, de la conspiración China contra Estados Unidos, de la conspiración de Estados Unidos contra China, la teoría de eliminar población vieja, la teoría del miedo, del control por los dueños de la industria farmacéutica, de la del destino de los años 20, de la teoría de la ira de Dios, entre otras que saldrán. Del origen del virus se tendrá una explicación semejante al caso del sida o del ebola, en donde se sumó a decirse desde que fue algo natural en una mutación, un brinco biológico de animales a humanos, o de que fue algo perversamente intencional, el ántrax da respaldo a este dicho, o que fue un trágico experimento que se salió de control. Sea lo que sea es que lo tenemos hoy y aquí.
Ese elemento, definido como virus, y que como elemento y virus, golpea también cotidianamente a la cibernética, ha logrado detener el mundo y causarle sacudidas de terremoto en el plano de la salud, de la economía, de la política, de la seguridad en los estados nacionales y de las relaciones internacionales, llegando a un momento crítico de guerra, es ya un factor de guerra. Y se ha señalado marcadamente la intención política, el hecho es que si una situación no es política pero si influye, determina y marca a todos, se hace política. Como precapitulo se le puede llamar una convulsión mundial en este momento de globalización; que se puede deslisar lentamente a una tercera guerra mundial, en que de la crítica situación de salud y a efecto bactereologica, se pasa a la disputa económica y al conflicto abierto con armas. La calificación y agresión a Venezuela es el primer caso que así lo muestra, el caso de China es otro, o es el de origen, en que después de conflictos sociales en Hong Kong se pasa a una
situación de emergencia que están a superar y que les deja marcadas lastimaduras en lo social, económico y político.
En este estado de excepción, de una situación extraordinaria que altera todo, tenemos pronunciamientos en la izquierda mexicana que señalan la necesidad de actuar con mayor amplitud de miras, ante esta etapa de crisis sanitaria y económica una alternativa de Economía Social y Solidaria.
Estamos frente a una crisis social que se ha tornado catastrófica. La convergencia de la recesión económica mundial con la aparición y diseminación del Covid19 a nivel planetario ha creado una situación inédita que pone a prueba los sistemas públicos de salud, de las capacidades de la ciudadanía y sus organizaciones sociales y comunitarias para hacer frente a un episodio que dista de ser pasajero.
Así se llama a la elaboración de un Plan Inmediato en Defensa de la Salud Pública y la Economía Popular que tenga como objetivo inmediato el aminorar el impacto de la epidemia y las consecuencias de la parálisis económica, proponiendo centralmente que las organizaciones sociales, comunidades territoriales y otras armen redes virtuales o directas donde sea posible, para estar al tanto del estado de salud, seguridad y del aprovisionamiento de víveres.
Así como la creación de un programa de canasta con productos básicos (frijol, maíz, huevo, carné, aceite entre otros) para todo el país en forma gratuita mientras dura la crisis, acompañado de acciones en que el gobierno debe impulsar gratuitamente estudios médicos, atención médica y medicinas; sin descartar un plan de nacionalización de la industria farmacéutica y de los servicios médicos estratégicos.
Asumir las medidas de pago de salarios completos a trabajadores formales en paro obligado, de apoyo concreto y pronto a los empleados en la economía informal, de cancelación de la Deuda Externa para que con ese recurso enfrentar la crisis económica y sanitaria.
Ante esta situación, que se ha empezado a darle definiciones de un periodo extraordinario y ante el cierre de fronteras a causa del cuidado sanitario en este mundo globalizado, se hace necesario la intervención del estado aplicando apoyos fiscales, el control de precios, ya que se tiene al paro un decrecimiento a menos del cuatro por ciento, de quiebra de empresas a las cuales hay que recuperar, de desempleo al que hay que darle respuesta pronta, de afectación a ramas y derivados de la producción, los servicios y la comercialización. En este momento el Gobierno Federal debe impulsar, desarrollar y promover La Economía Social y Solidaria por medio de Empresas Sociales y Garantizar El Trabajo, la propiedad social de las empresas, el subsidio activo con la dignidad del trabajo, la reorganización trabajo en base a la jornada laboral de seis horas, el salario remunerador. Estamos de frente a la peste del siglo XXI.